Entrevista realizada por Helkin Guevara de La Prensa en enero de 2010, un mes antes de ser lanzado Sueños urbanos en formato digital Kindle, el primero en esa plataforma editado en Panamá. La entrevista no salió publicada, sin embargo sirvió de base para un artículo publicado por Helkin Guevara un año después, en 2011.
Helkin Guevara: Como le expliqué, estamos trabajando un reportaje sobre la llamada revolución digital que tendrá el campo de los libros y por ello queremos unos comentarios de su parte.
José Luis Rodríguez Pittí: Antes de empezar, creo que debemos tener claros algunos conceptos: un e-book es un libro, revista, periódico o cualquier texto o colección de imágenes en formato electrónico. Así, un libro en formato PDF es un e-book. Igual si va en formato de Word u otro procesador de palabras, o formato de texto, o HTML (para páginas web). También existen formatos especializados para libros. Sea el que se utilice, el formato es independiente del aparato.
Un lector es un sistema electrónico para leer e-books en uno de estos formatos. Algunos son dedicados, es decir, sólo sirven para eso (como el Kindle), pero no todos son así: una computadora puede leer e-books en diversos formatos y realizar otras funciones. Lo mismo algunos ipods, agendas electrónicas, teléfonos celulares (como el Blackberry) y hasta el Nintendo DS con los que se pueden leer e-books.
El Kindle de Amazon.com, el Nook de Barnes & Noble o el Sony Reader son aparatos que sólo sirven para leer e-books y ha sido diseñado para sustentar el negocio de Amazon.com, Barnes & Noble o Sony respectivamente. La ventaja es que están diseñados para mostrar libros, recibirlos vía inalámbrica, a través de una red tipo GSM, como la de los celulares, y mundial en el caso de Amazon.com. Este diseño incluye un sistema de pantalla con más definición que la LCD que tenemos en las laptops, lo que da más calidad. Además, es un lector con ciertos mecanismos de seguridad incorporados que impiden la duplicación o distribución de los libros, lo que aumenta la confianza de los autores y editores en el sistema.
En las respuestas hablaré del Kindle, pero casi todo aplica a los otros lectores, excepto la cobertura. Hasta donde tengo noticias, sólo Amazon.com tiene cobertura en Panamá.
HG: En recientes ferias del libro se ha calificado la digitalización literaria (e-book) como un reto, una oportunidad y una amenaza. ¿Cuál es su punto de vista?
JLRP: Es una oportunidad para reducir los costos de los libros y hacer de la industria editorial una más ecológica al no depender de un recurso natural escaso para hacer el papel. Por otro lado, es una oportunidad para los autores de que sus libros estén disponibles mundialmente con un esfuerzo y costo menor; esto es una ventaja para los lectores que a la vez tienen acceso a más y variados títulos. En otras palabras, es una oportunidad de acercar más lectores a más escritores sin límites geográficos.
Los únicos amenazados son los libreros que no sepan adaptar su negocio o las editoriales que dejarán de controlar la circulación de las obras a través de los altos costos de impresión y de transporte.
HG: Con la industria de música, el paso digital los llevó al declive. ¿Existe el temor de que ocurra los mismo con los libros?
JLRP: La industria musical no está en declive, a lo que creo que te refieres es a esas casas disqueras que representan a ciertos grupos creados por comités empresariales parar vender discos, no para hacer música. Esos, que se hacían sobretodo famosos entre los adolescentes que, en masa, solían comprar las grabaciones por las que ahora se niegan a pagar.
Los músicos, los verdaderos, no están en declive por lo digital. Al contrario: los verdaderos han utilizado el mundo digital, las diversas formas de distribución electrónica, a su ventaja. Así, los dirigidos a los mercados más populares llenan conciertos y viven de su trabajo. Los de música clásica o jazz u otros segmentos especializados siguen vendiendo cada vez más discos en un mundo de melómanos que prefiere la calidad antes que la conveniencia de la digitalización.
Al final ocurrirá lo mismo con la literatura y, en general, con todos los libros. La gente pagará siempre por las buenas obras y desdeñará lo malo.
HG: ¿Cómo ve los aspectos de derecho de autor y piratería en este sistema?
JLRP: Los derechos de los autores igual existen en las leyes panameñas sin importar el soporte: papel o digital.
Como en todo, es una mezcla de la ética de los lectores y la tecnología. Si alguien quiere adquirir una obra robada lo hará sin importarle si es un libro en formato digital o un libro de papel. A menos que la ética, quizás con un poco de disuasión por las consecuencias legales, le impida hacerlo.
Ya circulan obras digitalizadas en internet (muchos blogs o bitácoras de calidad, no son más que publicaciones periódicas), a través de memorias o CDs, y sin contar las que circulan en forma de fotocopia, método de piratería que las mismas universidades, escuelas y los educadores promueven, a pesar de ser un acto ilícito, un delito penal.
Sin embargo, desde el punto de vista tecnológico, sistemas como Kindle protegen la obra de ser copiada o distribuida. Los libros se compran en la librería y llegan al aparato a través de una red inalámbrica GSM, separada de la internet, como la que utilizan los teléfonos celulares. Si el aparato se daña, se pueden volver a bajar a nuevos aparatos propiedad de la misma persona, pero uno a la vez según lo detecta el sistema en la codificación única de cada Kindle.
HG: Se dice que en muchos lugares se excluirá a las librerías como intermediario de venta con la digitalización. ¿Es del todo cierto, que ha leído al respecto?
JLRP: Si el sistema que resulta exitoso es uno parecido al de Amazon.com, el Kindle, definitivamente las otras librerías (recordemos que Amazon.com también es una) poco tendrán que hacer en la venta de los libros. Los libros llegan a cada aparato de forma inalámbrica, como ocurre con los teléfonos celulares y los ringtones u otros productos.
Por el contrario, si el sistema que resulta exitoso es de esos que proponen vender los libros en forma de tarjetas u otro tipo de medio físico, entonces las librerías seguirán en su negocio en una forma parecida a como lo manejan hoy.
Sea como sea, las librerías seguirán siendo un punto de encuentro, necesario para la promoción de la obra literaria. Y, por supuesto, mientras existan libros en papel, seguirán vendiendo esos productos. Sin embargo, como ya está pasando sin los e-books, las librerías cada vez son un animal diferente a ese que tradicionalmente conocimos: ahora son más galería de arte, sitio de reuniones, lugar agradable para pasar una tarde y centro desde el que se conocen las novedades del mundo cultural, en especial el literario.
HG: Cuáles son las ventajas y desventajas de los libros electrónicos.
JLRP: La mayor ventaja es tener los miles de títulos al alcance de la mano. Sea en la computadora, en el Kindle o en otro de los equipos capaces de leer libros electrónicos (muchos teléfonos celulares, agendas electrónicas, teléfonos tipo blackberry, iPhone, ciertos iPod, el Nintendo DS, etc.), se puede tener en un momento dado una biblioteca completa en un aparato que no es mayor que un libro de papel pero de una fracción del peso. Por otro lado, está el asunto ecológico: los libros son árboles muertos. Y esto nos lleva al costo: al no tener que transportar el bloque de papel, el precio del libro es menor. Finalmente, aunque puede parecer un lujo para un lector exagerado, no lo es: un estudiante puede llevar todos sus libros de referencia en un aparato de bolsillo y el mismo centro de estudios puede distribuir las obras cuyas licencias podrían ser adquiridas en volumen a muy bajo costo. Esto beneficiaría a los estudiantes, no importa la capacidad económica.
Desventajas: se requiere un aparato con un costo inicial separado del costo de cada libro. Por otro lado, es un aparato que el público debe aprender a usar, hay que darle mantenimiento y pensar en un reemplazo al final de su vida útil, además de posibles reparaciones, y se trata de una tecnología que mucha gente tiene la tendencia a rechazar. Esto último, pues tendemos a confundir el contenido del libro con el objeto libro, y muchas veces hablamos románticamente de las páginas de papel o de manera subjetiva de la facilidad de lectura. Y aquí un ejemplo: mucha gente pasa horas escribiendo, ya sea periodistas, abogados o escritores, pero esa misma gente dice que no puede leer en pantalla aunque al escribir, lo han hecho.
HG: ¿Es ya inminente este paso? En algunos países ya comenzó. ¿Cuándo cree que este formato e-book llegue a Panamá?
JLRP: Ya. En Panamá hay disponibles libros digitalizados desde la década de los noventa, primero a través de CDs, luego a través de la internet donde hay disponibles libros en varios formatos de e-book o formatos estándares, como el PDF o el de texto.
Por otro lado, Kindle tiene cobertura en Panamá y en otros países del mundo. Cada vez la disponibilidad de títulos es mayor, y la de libros en español está en aumento. Amazon.com habla de 400,000 títulos, además de revistas y periódicos.
Depende de los lectores querer usar la tecnología, y de los editores apoyarla sin temores infundados.
HG: Pero, ¿en Panamá aún no venden estos aparatos, verdad?
JLRP: Claro que sí: cualquier computadora puede leer e-books. Lo mismo que muchos teléfonos celulares, agendas electrónicas, teléfonos tipo blackberry, iPhone, ciertos iPod, el Nintendo DS, etc, desde hace años permiten leer libros en formato PDF, texto o alguno de los formatos de e-book. Para el Nintendo DS existe además una colección de libros, un cartucho que se llama 100 Classic Book Collection, 100 libros en una tarjeta para leer en el aparato. Y para el futuro inmediato, Nintendo ha anunciado que comenzará a promocionar un sistema similar al Kindle.
Y como en cualquier computadora y estos aparatos se pueden leer formatos de texto, se pueden aprovechar los libros disponibles en la internet, como es el caso del Proyecto Gutenberg (www.gutenberg.org) donde hay más de 30,000 libros gratuitos y el archivo digitalizado de la Biblioteca Nacional de Panamá que tiene una gran colección de libros panameños a disposición de todos
Por otro lado, Amazon.com sí vende el Kindle con cobertura nacional en Panamá, que además existe en versiones para la computadora, los iPhone y los iPod. En el sitio de la librería está el mapa con la cobertura.
HG: ¿Cuántos y cuáles libros tiene disponibles en este sistema y cuáles son sus precios, en formato digital y en formato impreso.
JLRP: En este momento tengo disponible Sueños urbanos, un libro de relatos sobre la ciudad (ver reseña de Jacqueline Rivera [[AQUÍ]]). El libro se ha vendido en diversas librerías y eventos en las ciudades de Panamá, Nueva York, Buenos Aires, Guatemala y, a través de internet, en las tiendas en línea de Target, Barnes & Noble y Amazon. En formato digital, en este momento se vende exclusivamente en Amazon.com. Ellos también venden la versión en papel y, para fines comparativos, me voy a limitar al caso de ellos. El precio en otras librerías varía.
En papel, en Amazon, el libro se vende en 19.00 + gastos de envío. La versión para Kindle se vende en 10.99, gastos de envío incluidos. Si tienes uno de esos aparatos, puedes comprarlo desde cualquier lugar en que haya cobertura celular en Panamá ya que el aparato se conecta a la red mundial de Amazon a través del celular, como lo hacen los servicios de Blackberry, por ejemplo. Lo mismo aplica si quieres adquirir una copia y tienes un iPad, un iPhone, un teléfono con sistema operativo Android o una Blackberry. Si lo quieres leer desde una computadora normal, requieres acceso a internet para bajarlo. El lector de Kindle para diversas plataformas lo puedes conseguir gratuito [[AQUÍ]]. O puedes comprar el aparato por 139.00 + gastos de envío [[ACÁ]]. Vale la pena la experiencia de leer en este aparato, pues no es una simple pantalla de computadora, es una pantalla que utiliza una tecnología que simula la tinta sobre el papel: los textos son tan nítidos como los caracteres de tinta.
En Amazon, el libro, lo puedes adquirir [[AQUÍ]].
HG: ¿Cómo le ha ido con este sistema de venta de libros? ¿Hay algún pero?
JLRP: Me ha ido mejor que con el libro en papel. Este año, a pesar del precio de venta menor del libro digital y, por ende, un menor ingreso en cada venta, he tenido más ganancias con la versión electrónica que con la tradicional en papel. En junio [de 2010], las ventas digitales superaron las de papel y así se ha mantenido desde entonces.
Sobre el sistema de ventas, es exactamente igual para las dos versiones. La editorial me paga por las ventas, no importa si el libro vendido es digital o en papel.
HG: Afuera se lee que el asunto de los libros digitales cobra fuerza y hasta hablan que dominará el mercado literario. ¿Viene en camino esa revolución a Panamá, ya está, o todavía le falta?
JLRP: Los libros digitales están disponibles hace años y este 2010, en particular, varias empresas han anunciado que las ventas de libros digitales superan las ventas de libros en papel. No es novedad ni una revolución, excepto para las editoriales que parece que no saben cómo adaptarse (tendrán que hacerlo, son necesarias) y para las librerías que, en la forma en que las conocemos hoy, dejarán de existir.
Hace años se escribe en la computadora: casi todos los artículos de periódicos y revistas, novelas, poemas, todo libro, toda carta y cualquier textos se escriben desde hace décadas en computadoras, de manera digital. Todos han sido leídos al menos una vez por el autor de la misma manera en que se lee un libro digital.
De hecho, este correo lo estás leyendo como un libro digital en pantalla: a pocos se les ocurre imprimir el texto para leerlo en papel para contestarlo a la manera tradicional.
Al final, lo importante es entender que el libro digital es sólo un medio. Lo importante son las obras, el texto propiamente dicho. El papel es sólo un fetiche, el fetiche de un árbol muerto.
HG: Se comenta algo sobre este tema entre los escritores de Panamá o entre quienes estén relacionados con el mundo literario
JLRP: No conozco la opinión de otros autores, excepto la de algunos que comparten que lo importante no es el libro como objeto, sea de papel o de bits, sino el contenido. La obra.
Algunos lectores comentan que prefieren el olor del papel o la sensación de pasar las páginas. Pero es curioso: en todos los casos es gente que usa computadoras, escribe correos electrónicos, utiliza mensajes de texto en sus teléfonos y leen en pantalla durante horas, así sea lo asignado en el trabajo o en casa los blogs y otro tipo de publicaciones. No conozco a ningún escritor que no use computadoras para escribir y, aunque usan libretas para tomar apuntes o recordar detalles, hacen sus libros en la pantalla de la computadora. Es decir, son el primer lector de la obra, pero lector de libro electrónico.
Ahora bien, para los autores es importante que las editoriales se adapten y comiencen a publicar en formato electrónico. La que me representa lo hace y sé que tienen en la mesa de diseño un libro de poesía de un poeta panameño y uno de narrativa de Annabel Miguelena.
HG: ¿Algún otro comentario?
JLRP: El placer de leer un buen libro en la playa, en la cama, en medio de la selva, durante un largo viaje, en una hamaca o un buen sofá es el mismo si el libro es de papel o es electrónico. Lo que cuenta es el contenido, el trabajo del escritor.